La noticia, hecha pública por el Banco de España, parece justificar este coste en base a que estas empresas han dedicado 240.000 horas de trabajo. Nada más y nada menos. Teniendo en cuenta que el trabajo facturado se desarrolló entre el 21 de mayo y el 30 de septiembre, si consideramos todos y cada uno de los días de este intervalo (132) -ya que los esforzados consultores trabajan sábados y domingos si es necesario- y suponemos una facturación media de 12 horas por día (!!!!) necesitaríamos 152 personas a ese ritmo insoportable de trabajo para obtener dicho número de horas. En fin, todos sabemos que la facturación de las empresas consultoras, pese a estar valorada en horas o, más frecuentemente, en jornadas-hombre, no se corresponde exactamente con jornadas lineales de trabajo. Pero es que parece que los que comunican los datos no se molestan ni en preguntar qué suponen esos números, que van a divulgar con tal impunidad a los cuatro vientos. Acabo de ver en otro artículo, que amplía la información anterior, que aparentemente ha habido 400 personas trabajando en dicho estudio. En fin, los que han trabajado en estos temas, saben que los equipos de consultores-auditores son habitualmente grupos pequeños, de 3-4 personas. Esto nos da una idea de la magnitud del dislate en las cifras comunicadas.
Además, otro detalle no menos importante: si 31,5 millones de euros "equivalen" a 240.000 horas de trabajo, haciendo una sencilla división estamos valorando cada hora a 131,25 euros, nada menos. Es decir, cada jornada (de 8 horas, siendo correcto) se facturaría a 1.050 euros. Mileurista en un día. Haciendo el sencillo cálculo de multiplicar por 21 días laborables, obtenemos un salario facturado de 22.050 euros. ¿Cuánto puede suponer el salario bruto de alguno de esos esforzados consultores? Para no quedarnos cortos, como salario promedio, diremos: ¿6.000 euros al mes, por ejemplo? Entonces, si se está facturando el mes a 22.050, hay una diferencia más que sustanciosa. De donde se deduce que, una vez más, la crisis no es igual para todos. Hay quien se ha quedado con mucho dinero, y no han sido los consultores/auditores de a pie.
Y, como es normal, donde hay mucho dinero acuden los de siempre. Como es normal, Oliver Wyman es la empresa que mayor tajada ha sacado (10,5 millones), pero le siguen con 7,37 millones Ernst&Young, con 5,32 millones PriceWaterhouseCoopers, con 4,63 millones KPMG, con 1,8 millones Deloitte, con 0,95 millones Boston Consulting Group, y por último, Roland Berger, el aparente socio inicial de Oliver Wyman en esta tarea, con 0,75 milloncejos de nada. Esto último me hace sospechar que las labores concretas de esta última consultora se han limitado a realizar "labores de asesoramiento". Entre nosotros, han participado en algunas comidas y cenas de negocios, y una vez concluido el proceso de evaluación de las entidades han firmado algún papelillo conjunto con los de Oliver Wyman. Si antes hacíamos un sencillo cálculo de retribución en base a unas supuestas jornadas laborales, para esta consultora debe entenderse que dicho cálculo no aplica, evidentemente. Eso, o bien consideramos como jornada laboral la cena en un conocido asador y las posteriores consumiciones en los centros de diversión nocturna -hasta altas horas de la madrugada- de la capital.
Podría decirse, en descargo al menos de Oliver Wyman, que su abultada factura comprende un intangible, habitual en estos casos, que es la responsabilidad sobre los datos obtenidos en su informe. Es decir, son los que firman -y avalan- la cifra de 59.300 euros. Si en el futuro se desvela que esta cifra resulta inferior -por ejemplo, la mitad- de las necesidades reales, alguien podría pensar en pedirles explicaciones, y quizá exigirles algún tipo de responsabilidad. Teniendo en cuenta el baile de cifras sobre las necesidades de Bankia en los primeros meses de este año, nada es descartable.
La otra noticia, que comentaré más brevemente, dice: "JP Morgan demanda al español Martín-Artajo por el escándalo multimillonario" (enlace aquí). Parece que uno de los empleados bajo su responsabilidad habría hecho perder a este banco de inversiones 6.200 millones de dólares. Uno se pregunta: ¿cuánto dinero habrá hecho ganar esa persona a su empresa para que se le permita asumir tal riesgo? 6.200 millones son muchos millones, aquí y en la City londinense. Lo dicho, la crisis no lo es para todos...
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